16/11/2012
Los daños en los ejes, vigas y frenos fuerzan a que el tren esté fuera de servicio hasta la segunda mitad de diciembre
El funicular de Bulnes permanecerá fuera de servicio, al menos, hasta el comienzo de la segunda mitad de diciembre. La causa: las deficiencias y daños detectados durante la revisión técnica, los cuales son mayores de lo inicialmente previsto; unos desperfectos que no se localizaron hasta que se procedió al desmontaje pieza por pieza de los vagones.
Hasta la localidad cabraliega se desplazó ayer el director general de Transportes y Movilidad, José Manuel Caldevilla, quien informó de la nueva situación a la decena de vecinos que están pasando el otoño en esta aldea, la única de la región que carece de acceso rodado por carretera . Y es que según las estimaciones iniciales hechas públicas por el Principado el pasado 24 de septiembre, se preveía que el funicular estuviese de nuevo operativo, como tarde, el 29 de noviembre.
Caldevilla explicó que las deficiencias detectadas afectan a las vigas, los frenos y otras piezas de los vagones del funicular como pueden ser los ejes. Precisamente en estos elementos se han localizado los daños más importantes, ya que uno presentaba «alguna fisura» en su estructura y otro «estaba torcido». Se da la circunstancia de que el grueso de los desperfectos se han hallado en las piezas que se encuentran situadas en la zona inferior de los vagones. «Cuando se hacen obras de estas características es posible que surjan circunstancias de este tipo. Así que hemos optado por retrasar la apertura del funicular en aras a garantizar la seguridad», señaló el director general de Transportes y Movilidad. Cierto es que ésta es la primera revisión técnica a la que se somete al funicular de Bulnes tras sus más de once años en funcionamiento, por lo que tampoco es de extrañar que aparezcan este tipo de incidencias.
La política de la Administración regional en esta cuestión es clara. Mejor que el funicular permanezca ahora cerrado más tiempo del previsto mientras se subsanan todos los daños que se detecten, ya sean grandes o pequeños, que tener que volver a clausurarlo dentro de unos años para reparar aspectos que se pueden solucionar ahora. Por ese motivo, según recalcó Caldevilla, «se está aprovechando ahora para mirar todo» el funicular, elemento por elemento. El dirigente regional señaló que buena parte de las piezas existentes podrán ser reparadas, pero que hay otras, caso de los mencionados ejes, que deben ser sustituidas por otras nuevas.
En cuanto a los vagones, hasta el momento se ha procedido al desmontaje de uno de los dos dedicados al transporte de personas y también se ha hecho lo mismo con el de carga adosado a este coche. Las piezas han sido enviadas en su mayor parte al País Vasco y a Austria, donde están siendo revisadas y reparadas por los técnicos de la empresa Leitner, fabricante del funicular. Está previsto que durante las próximas semanas vayan regresando a Cabrales para instalarlas de nuevo con el fin de realizar a finales de mes unos viajes de prueba.
Precisamente estos trayectos se quieren aprovechar para llevar a los habitantes que permanecen en Bulnes aquellas provisiones que necesiten mientras continúe su aislamiento. Ayer aún a Caldevilla no le habían remitido una lista con sus prioridades, aunque el director general de Transportes y Movilidad estimó que el butano y el pienso para los animales estarán entre sus peticiones. Por el momento a primeros de este mes ya fue necesario que el panadero de Cabrales subiese a pie hasta esta localidad para abastecer de pan a algunos vecinos.
Plan de Transporte a Lagos
Caldevilla prefirió ayer dejar para más adelante las negociaciones sobre ampliación de horarios y la reducción del precio del billete del funicular (21,5 euros), aunque reconoció que se trata de una «demanda histórica» de los vecinos de esta aldea y que «es una cuestión que habrá que tratar». Eso sí, recordó que «Bulnes se encuentra dentro Parque Nacional de Picos de Europa» y que el mantenimiento del funicular tiene un coste.
Por otro lado, en cuanto a la demanda del Ayuntamiento de Cangas de Onís respecto a que parte de la recaudación del Plan de Transporte a los Lagos de Covadonga revierta en las arcas municipales, Caldevilla se mostró contrario a aumentar el precio del billete de estos autobuses. De lo que se desprende que el Principado tampoco está por la labor, al menos de momento, de ceder al Consistorio cangués parte del dinero que ya se obtiene con este servicio de autobuses.
Fuente: El Comercio